Pablo Neruda, poema 5

miércoles, 16 de febrero de 2011 16:00 Publicado por frozacisco
Para que tú me oigas

mis palabras

se adelgazan a veces

como las huellas de las gaviotas en las playas.
Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.

Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.
Ellas trepan así por las paredes húmedas.

Eres tú la culpable de este juego sangriento.

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.

Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,

y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.
Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.

Huracanes de sueños aún a veces las tumban
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.

Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.

2 Response to "Pablo Neruda, poema 5"

  1. PPB Says:

    Veo que tu blog está de nuevo activo. Me alegra.
    Afortunada/o el destinatario de todas estas declaraciones de amor.

    Saludos

  2. frozacisco Says:

    Asias : )

    afortunado, desafortunado yo

Publicar un comentario

Seguidores