Posicionarse en la vida es saber a dónde vamos sin saber qué camino hemos tomado, equivocándonos. Sin esperanza, sin épocas de felicidad.
Retomando matices de lo que escribí ayer, debemos saber que 'somos lo que pensamos' y no más allá de nosotros está la felicidad. No podemos buscarla fuera de nosotros.
Empezaré por la esperanza ...
Yo creo que la esperanza mutila los deseos y prolonga el tormento del hombre. Vivir esperanzados de que algo sucederá, de que algo vendrá, alguien volverá no hace otra cosa sino crear unas expectativas futuras que 'NO' existen por mucho que queramos creerlas o crearlas. Es ahí donde proyectamos más de lo que somos capaces de hacer, tener o desear. Podemos imaginar más allá de la realidad, pero siempre sujetos al yo, al suelo, a la tierra firme.
La esperanza es un mal angustioso que nos hace depender de lo que queremos, depender de los demás y sentir, una vez hemos fracasado, que todo terminó. Y todo 'NO' terminó.
La esperanza tiene mucha culpa en la batalla y búsqueda de la felicidad. Pero es que este siglo, nuestro siglo nos ha prometido una batería de inexistentes deseos, de expectativas imposibles de crear, de una ideología consumista y exterior que nos aleja de quienes realmente somos. Nos dijo y nos prometió que la felicidad era una época, que todos podíamos llegar a tocarla si lo teníamos todo, si dependíamos de todos, de nuestra pareja, de nuestros padres, del dinero. Convirtió la felicidad en algo material, algo intangible.
Hemos llegado a una espiral de deseo donde no tenemos nada por lo que vivir, y realmente 'aquel que tiene un porqué para vivir podrá enfrentarse a todos los - cómos .-
El destino del hombre, de nuestra raza, está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices.
Fijaos en algo; cuando estáis riendo sois felices ,.. cuando estáis comiendo algo que os gusta, sois felices ,.. cuando abrazáis a quien amáis, sois felices ,.. y un larguísimo etcétera. Todo lo demás, todo, es parte de la vida Humana, de cómo decidamos vivir. Esos son los momentos de felicidad, los que suman y siguen. Jamás podremos pasar el día comiendo 'eso' que nos gusta, o abrazando a la misma persona de la misma forma, o sí ... es todo pensar y saber cómo actuar. A los demás hay que echarle realidad y un 'yo'. aQUÍ tomo de Nietzsche la 'fuerza vital'. Hay dos tipos de felicidades: los que aspiran y son mediocres (vida cómoda y placentera) y la vida de los que se enfrentan a los retos, el aumento de la fuerza vital.
La clave de la felicidad está en dar con aquello que me hace crecer, y evitar aquello otro que me empequeñece.
'El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza'
1844-1900. Friedrich Wilhelm Nietzsche.
Filósofo alemán
Filósofo alemán
¡ Se me olvidaba !
Que hoy la han estrenado. No resisto. Quiero verla ya.
29 de diciembre de 2009, 16:34
Interesante reflexión sobre Nietzsche, como uno es filósofo (o lo intenta) no puede evitar reparar en estas cosillas. Por cierto, ya que te gusta la palabra voluntad de hablaré de un filósofo del barroco llamado Spinoza, que tambien hablaba de la voluntad empleando el término latino CONNATUS, que define esa fuerza que tienen los seres vivos, humanos o no, a afirmarse, a seguir con vida, a llevar a cabo su presencia en el mundo...Bien, pues teniedo muy presente este Connatus, y teniendo mas presente aun que este año se acaba y comienza otro, deseo fervientemente que lo comencemos todos con Voluntad, con disposición a comernos el mundo que pretende comernos a nosotros, y con mucha filosofía, que falta nos hace. A ver si nos vemos pronto para tomar alguna bebida, te o infusión, ver Perdidos, desvelar misterios a Rocio o provocar tiernas carcajadas a Miri.. Un abrazo, Putavieja :P
31 de diciembre de 2009, 18:10
¡Oh!, encontré el comentario ...
tendré en cuenta tu oferta y leeré a Spinoza. Lo prometo. espero q pases más x aqí y qe nos veamos la semana qe viene ...
Malamadre!!!!!!!!!